Durante los primeros meses de vida de tu bebé, muchos sistemas de su organismo pueden no estar del todo desarrollados, como el inmune, el digestivo y el respiratorio. A causa de esto, puede experimentar un aumento de mucosidad en sus vías respiratorias, y le puede resultar difícil expectorar. Para solucionarlo, la fisioterapia respiratoria en bebés es muy eficaz, sobre todo a la hora de prevenir y tratar estas alteraciones.
Fisioterapia respiratoria en bebés
Las técnicas de fisioterapia pretenden eliminar las secreciones, es decir, mejorar la expulsión de mocos y evitar una posible obstrucción en los bronquios.
¿Sabes para qué puede ser eficaz? Por ejemplo, en niños menores de 2 años, suele producirse la bronquiolitis, una condición producida por virus o bacterias, que llega acompañada de fiebre, tos, edema e inflamación.
Gracias a la fisioterapia respiratoria en bebés, es posible controlar y manejar de forma eficaz esta afección respiratoria. De hecho, es un buen complemento al tratamiento farmacológico. También se puede aplicar para prevenir el asma, la neumonía, las alergias o la fibrosis quística.
Quienes más se benefician son los más pequeños, los niños prematuros, ya que su capacidad está más disminuida. Los niños con síndrome de Down también pueden beneficiarse, al aprender a toser adecuadamente.
Sesión de fisioterapia respiratoria en bebés
Roberto García, co-director Physicalmed, nos explica en qué consiste una sesión de fisioterapia respiratoria y sus ventajas: «Las maniobras realizadas por el profesional tienen como objetivo aumentar la inspiración y, poco a poco, mejorar la capacidad pulmonar. Con su ayuda, tu bebé puede mejorar los movimientos respiratorios. En todo momento, vas a poder estar presente en las sesiones, especialmente para transmitir calma y tranquilidad al pequeño.»
Por último, recomendamos los ejercicios de fisioterapia respiratoria en bebés, porque los resultados se ven casi de forma inmediata. Apenas se necesitan un par de sesiones para ver una clara mejoría, exceptuando enfermedades crónicas que requieren tratamientos más largos.