El acero inoxidable se ha convertido en un material imprescindible en la industria alimentaria. Es un material que ofrece grandes beneficios para los sectores que tratan con alimentos, ya que es metal muy higiénico, duradero en el tiempo y resistente a la corrosión.

Con el acero inoxidable se fabrican cocinas profesionales, fregaderos o utensilios de cocina. Pero también maquinaria logística como transpaletas o apiladores, imprescindibles para manejar la mercancía. Las lonjas de pescado son un buen ejemplo de estos lugares en los que se requiere maquinaria inoxidable para tratar adecuadamente los alimentos.

El objetivo clave del uso de carretillas de acero inoxidable es mantener la higiene, evitando la contaminación en la manipulación de materias primas. Es, además, la mejor manera de adaptarnos a la normativa legal vigente, muy estricta en el área de los alimentos.

Beneficios del acero inoxidable en el sector alimentario

El sector de los alimentos es un mundo en el que hay que trabajar con mucho cuidado. Los alimentos pueden sufrir daños no solo a nivel físico, si no también químico. Y esto es un grave riesgo para la salud de los consumidores.

Por ello es muy importante que todas las herramientas con las que tratemos los alimentos cumplan unos requisitos de higiene, incluido la maquinaria.

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